El compromiso de unidad de las fuerzas, para la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, asumido por los jóvenes del Directorio Revolucionario 13 de marzo, se concretó, el ocho de febrero de 1958, con el Desembarco de Nuevitas, en una expedición con armas para abrir un frente guerrillero en las montañas del Escambray y apoyar la lucha clandestina en La Habana. Por Miozotis Fabelo Pinares