Que la Cumbre se realice en un ambiente de respeto e inclusividad, sería un sustancial aporte a esta reunión entre dignatarios de América Latina y el Caribe, y la Unión Europea, dos regiones geográficas que poseen visiones distintas y numerosas diferencias acerca de los graves asuntos que afectan hoy a la Humanidad; pero que deberán encontrar un espacio de diálogo serio, participativo y plural, que identifique soluciones para enfrentar de manera colectiva, a pesar de las diferencias, los múltiples desafíos globales. Por Angélica Paredes López