En la Finca Santa Elena concurre la savia fértil de la tierra real y maravillosa: el cañaveral que registran los sones ejemplares, los árboles frutales que definen el alma del trópico. Allí tuvo un sitio la épica mambisa que conquistaba palmo a palmo la tierra donde plantar la bandera. También la Generación del Centenario en su cita con la historia. El recuerdo cumple un itinerario en aquellos confines cercanos a Los Palos, en el municipio de Nueva Paz, en la actual provincia de Mayabeque. El historiador, escritor y profesor cubano Reynaldo Guerrero Guerrero, sostuvo que en aquella heredad de Mario Hidalgo-Gato González, colaborador del Movimiento, comenzó una etapa superior de prácticas de tiro, de desplazamiento, de protección, de acciones comando.