Entre lo poco bueno que nos trajo la pandemia, seguramente quedará la calidad de los protocolos de tratamiento creados y aplicados por científicos y médicos cubanos en una integración inédita y la decisión de la más alta dirección del país de fortalecer todas las salas de terapia intensiva. La mejora será tecnológica y profesional, a partir de las experiencias adquiridas en el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba y en todos los países donde han prestado colaboración los brigadistas Henry Reeve. Lo comentó en un especial de "La luz de la memoria en Zona Blanca" el Máster en Ciencias Médicas, Ricardo Pereda, prestigioso intensivista y Coordinador nacional del Grupo de expertos clínicos.