Algunos acaban de venir al mundo y ya son pacientes de COVID-19, deseosos del amor y el calor de sus madres en la soledad de una incubadora. Otros rompieron las reglas, con el consentimiento de sus padres, y ahora enfrentan un drama familiar. El agudo rebrote del virus en Cuba, con peculiaridades nunca antes vistas, deja más de una secuela física y sentimental